Calatañazor y Sabinar de Calatañazor
La tradición popular sostiene que en Calatañazor perdió Almanzor el tambor. Es un dicho que implica tanto como decir que perdió su talismán de imbatible y que resultó derrotado.
Se accede por la N-122 de Soria a Valladolid, a 25 Km de Soria se toma el desvío por la SO-P_5026.
La distancia desde la capital a Calatañazor es de 33 Km. Esta pequeña villa, que parece haber sido olvidada por la evolución histórica, se alza en la cima de una roca que domina la vega del río Abión.
Calatañazor es una villa de intensa historia fronteriza, en un entorno privilegiado de bellos entornos naturales, que tiene su máximo exponente en su sabinar.
Sus empinadas calles de trazado medieval y sus humildes casas fabricadas con entramado de madera de sabina, encestado de ramas con barro, adobe o en el mejor caso de ladrillo, configuran el aspecto medieval formando un conjunto armónico de gran belleza.
En los alrededores se localizan los restos de Voluce, asentamiento celtibérico cargado de historia y de leyenda.
El antiguo castillo de Calatañazor conserva un lienzo y la cimentación de las paredes del patio de armas y ha sido restaurado de manera que puede subirse a la torre del homenaje donde se disfruta de unas vistas magníficas de la villa y sus inmediaciones, una extensa llanura hoy llamada "Valle de la Sangre".
Además de su casco urbano destaca su iglesia románica Ntra. Señora del Castillo.
A la salida del pueblo está la ermita de la Soledad, también románica con puerta sin tímpano.
En la carretera que conduce desde Calatañazor a Muriel de la Fuente podemos encontrar un trozo de sabinar que se dispone de vallado cinegético. Se trata de El Sabinar de Calatañazor, un espacio protegido donde podemos disfrutar de varios ejemplares de sabina centerarios de 400 años y más de un metro de diámetro.